Feliz Navidad 2023 y próspero 2024

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¡Feliz Navidad y próspero 2024!

800 años de la celebración de la Navidad en Greccio

El primer belén fue viviente. La única estatuilla, fabricada en terracota, era la del Niño. Fue representado en una cueva de Greccio, bella localidad encaramada a una colina en el Alto Lacio, en el centro de Italia, por iniciativa de San Francisco de Asís, que había recalado allí de regreso de un viaje a Tierra Santa. En Greccio fue donde, un par de semanas antes de la Navidad del año 1223, el santo representó el nacimiento de Jesús.

El pesebre navideño, desde su origen en una austera cueva hasta la proliferación de las famosas figuritas, cumple este año ocho siglos de existencia.

Este primer belén no tenía figuras ni grandes detalles. Se trataba de reunir a los lugareños alrededor de un pesebre («cripia», en latín). Para dar mayor realismo a la escena, se introdujo en el portal al buey y a la mula, que los evangelistas Lucas y Mateo no mencionan, pero que se habían colado en la tradición cristiana gracias a algunos de los evangelios apócrifos. Con estos elementos, el santo de la cercana Asís dio vida hace 800 años en Greccio a la primera representación conocida del nacimiento de Jesucristo.

Con el tiempo, persistieron las representaciones de la natividad y las escenas religiosas teatralizadas pero es, sobre todo, en el siglo XVII cuando se desarrolla la devoción al Niño Jesús, junto con el interés por el belén. Para impulsar esta corriente se pone de relieve el belén de Greccio.

En los siglos XVII y XVIII, aparecen los nacimientos con grandes figuras. Son especialmente reputadas las de origen napolitano. En algunos países europeos, surgen pequeños pesebres en vitrinas, con figuritas fijas en cristal, cera o papel maché.

A finales del siglo XVIII se crean los pesebres familiares, con pequeños personajes móviles. Su desarrollo es paralelo al de los juguetes para niños, que se expanden en el siglo XIX, y a algunos hechos históricos, como la Revolución francesa, que, al limitar los cultos, hace que los belenes se multipliquen en el ámbito privado.

Surgen entonces todo tipo de personajes, como el pescador, la hilandera o el herrero, que no pertenecen a las historias evangélicas. 

La tradición cuenta que el belén se instala a principios de diciembre, y en Nochebuena se pone el personaje de Jesús. El día de la Epifanía, se colocan los reyes magos. Los protestantes no han adoptado la tradición del pesebre. Y en los países católicos, se han desarrollado particularidades locales.

CON INFORMACIÓN DE Isabelle Saint-Martin, historiadora de la Ecole Pratique des Hautes Études (París) para AFP.

IMAGEN: Belén napolitano del Museo Nacional de Escultura (Valladolid). Es el mayor belén napolitano de España y uno de los más valiosos de Europa, con 620 figuras del siglo XVIII que recrean el nacimiento de Jesús. Una de las principales características de estos belenes es su estructura de alambres que permite la articulación de las figuras que generan, así, sensación de realismo. No es un belén que refleje la Palestina del siglo I, es mucho más refinado. En él se muestran todos los estratos sociales del siglo XVIII en Nápoles, entonces una ciudad de ostentación y excesos, que se observa en las ricas vestimentas con túnicas, lujosos bordados y estampados. Incluso la recreación de los Reyes de Oriente está inspirada en la visita de la embajada turca a Nápoles ese mismo siglo. (FOTO: José María Cámara Salmerón)

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