La Norma de Calidad del Ibérico por la que se rige este sector se aprobó en 2014. Un año después, se comenzó a trabajar en la obtención de una Indicación Geográfica Protegida (IGP) denominada ‘Ibérico’, que busca incluir a las zonas de España y Portugal donde se desarrolla el sistema de cría tradicional del cerdo vinculado a la dehesa.
La Asociación Interprofesional del Ibérico (ASICI) sigue apostando hoy por este marchamo con carácter transfronterizo. El objetivo principal es dar protección jurídica al nombre de ibérico y que solo se pueda llamar «así «ibérico» a lo que realmente lo es. Al ser una indicación geográfica protegida, se contaría con protectorado europeo que avalaría a los productores ante posibles reclamaciones por uso fraudulento de la palabra «ibérico», que no podría ser utilizada allí donde no corresponde.
«La actual Norma de Calidad del Ibérico reconoce ciertas dehesas de Portugal que ya entran dentro, por lo que no sería nada problemático. La idea inicial es amparar todo el producto que a día de hoy cumple con la Norma, intentando no dejar a nadie fuera y que todas las producciones de ibérico estuvieran protegidas».
Javier Castro, presidente de la rama del ibérico en ANICE (Asociación Nacional de Industrias de la Carne de España)
El sector intuye ese reconocimiento de calidad diferenciada como necesario para proteger los productos ibéricos y de este modo, reforzar un modelo productivo ligado al territorio y que permite preservar un ecosistema único como es la dehesa.
Por otra parte, se entiende que esa IGP contribuiría a fortalecer el mercado y, de este modo, incrementar las ventas. De acuerdo con la normativa europea, esta indicación protege el vínculo del producto con el medio geográfico donde se produce, transforma y elabora, como en el caso de cualquier IGP.
CON INFORMACIÓN DE Silvia G. Rojo para El Norte de Castilla
IMAGEN: Cerdos de pura raza ibérica se alimentan en una finca de la dehesa salmantina. (FOTO: Ical)
