Sud Express, un cruce de vidas

Los directores Chema de la Peña (derecha) y Gabriel Velázquez durante el rodaje de «Sud Express».

«Sud Express» es un cruce de vidas. Un sincero drama humano. Seis historias entrecruzadas de gente anónima cuyas vidas se ven afectadas por el paso del tren que va de París hasta Lisboa.

A través de los protagonistas de este viaje por el suroeste de Europa, se exploran sus similitudes y sus todavía grandes diferencias en este momento crítico que atraviesa el viejo continente.

«Sud Express» es una película vital. Porque el tren siempre ha sido eso: emociones en movimiento.

(Chema de la Peña y Gabriel Velázquez, directores)

«Sud Express» se proyecta en la Eurociudad Fuentes de Oñoro-Vilar Formoso el 18 de septiembre, a las 22 horas (ES) a propuesta de la Comunidad de Trabajo Castilla y León-Centro de Portugal con motivo del 21 de septiembre, Día de la Cooperación Europea. Actividad cofinanciada por el Programa Operativo INTERREG V-A España-Portugal (2014-2020), a través del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Con la colaboración del Ayuntamiento de la Villa de Fuentes de Oñoro.

Memoria

Hace años comenzamos a imaginarnos «Sud Express» siempre con la idea de hacer una película diferente sobre esta legendaria línea de tren, que, desde Lisboa hasta París, une pueblos y ciudades de todo el suroeste europeo. El propio tren cambia, modula, interfiere. Acerca y aleja a cada uno de estos pueblos y sobre todo a sus gentes. Y esto es lo que más nos interesa: el lado humano, porque son las personas las que hacen la historia de este viaje. Hemos retratado personajes anónimos y pretendemos que nuestra película refleje el espíritu del tren y los sentimientos de sus viajeros… ese traveling interminable al mirar por la ventanilla mientras llegas a tu destino.

Las localizaciones y el guion

A principios de agosto de 2004 «Sud Express» todavía era un proyecto de documental. Comenzamos a hacer el recorrido por todo el trayecto en varias fases. Primero España, luego Portugal y finalmente Francia. Con el coche íbamos recorriendo toda la línea del Sud Express y parábamos en todos y cada uno de los pueblos o ciudades donde hubiese una estación. Allí sacábamos fotografías de las estaciones y sus alrededores, respirábamos el ambiente y entrevistábamos a los ferroviarios y gentes de la zona. Al ver esas maravillosas localizaciones y conversar con los lugareños tuvimos la sensación de que necesitábamos ir más allá del documental. Se nos ocurrían demasiadas cosas que queríamos que sucediesen e imaginábamos tantos personajes que serían ideales para vivirlas… En definitiva, sentíamos historias que nos apetecía contar y que no podíamos dejar al azar,…, teníamos que provocarlas.

A finales de agosto, ya teníamos claro que el cuerpo nos pedía una película de ficción con espíritu documental. Decidimos “tirarnos” a la piscina. Teníamos como tope para acabar el rodaje las navidades de 2004, así que teníamos tres meses para escribir un guion, rematar las localizaciones, obtener los permisos de rodaje de las compañías de tren (en España, Francia y Portugal), hacer un casting, formar un equipo, además de rematar las negociaciones con los coproductores y terminar la financiación, … y por supuesto, ¡rodar la película en tres países con tres lenguas distintas! Una locura, vamos.

El rodaje

Un rodaje es siempre un salto al vacío. Los días precedentes son como estar en la antesala de un quirófano: sabes cómo estás en ese momento, pero hay total incertidumbre para cuando despiertes… Esto es lo que he sentido en «Sud Express», un permanente estado de vértigo al que tienes que acostumbrarte y sin el que luego no sabes vivir.

«Sud Express» ha sido un viaje en el sentido literal de la palabra. Comenzamos en París y fuimos bajando hasta Lisboa, sin estar más de tres días en cada localización: Futuroscope, Bayona, Irún, Alsasua, Miranda de Ebro, Vilar Formoso, Fátima, … La mayoría de actores (un total de 72) entraban y salían de escena a velocidad de vértigo; francés, castellano, portugués, euskera, árabe, …, todas las lenguas entraban en juego. Como remate final, después del rodaje en Lisboa, estuvimos cuatro días metidos en el tren, de arriba para abajo. De Lisboa a París y de París a Lisboa. Teníamos dos vagones enteros para nosotros y aquello se convirtió en nuestra propia casa, perdimos el sentido de la ida y la vuelta, del norte y del sur, del paso de las fronteras, de las paradas y los arranques. Sólo sentíamos el paso del tiempo cuando amanecía y atardecía. Cuando bajamos del Sud Express y terminó el rodaje, todos sentimos que teníamos un valioso material  entre las manos. 

El resultado una película visceral, rodada más con el corazón que con la cabeza, donde los silencios cuentan más que los diálogos, donde sentir es más importante que entender, donde la intuición predomina sobre la técnica y la emoción sobrevuela grave y solitaria. 

Datos técnicos

Color 35 mm.; Formato Proyección: 1:1’85; Duración: 103´; Año producción: 2005; Nacionalidad: Española; Versión: Original en español, francés, portugués, árabe, euskera; Sonido: DOLBY DIGITAL.

Ficha técnica

GUIÓN Y DIRECCIÓN: CHEMA DE LA PEÑA y GABRIEL VELÁZQUEZ

PRODUCCIÓN EJECUTIVA: CHEMA DE LA PEÑA y GABRIEL VELÁZQUEZ

FOTOGRAFÍA: DAVID AZCANO

JEFA DE PRODUCCIÓN: FEDERICA ROMEO

DIRECCIÓN ARTÍSTICA: REBECA CES

MONTAJE IMAGEN: ANTONIO LARA / MARIA LARA

MONTAJE SONIDO: NACHO ROYO

SONIDO DIRECTO: EVA VALIÑO

MÚSICA: JOSÉ ANGEL LORENTE

Ficha artística

SAMUEL: GERALD MORALES

TINO: TINO GUIMARAES

MILI: GERMAN A. JOAO

LUCÍA: LIDIA PINVILLE

ROBER: JAVIER DELGADO

ISA: PILAR BORREGO

JULIÁN: JUANMA HERNÁNDEZ

LUIS ANTONIO: MIGUEL MARTÍN

RASHID: HICHAM MALAYO

PROSTITUTA: SEVERINE BATIER

JOAO: FERNANDO TAVARES

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